sábado, 9 de julio de 2011

The volcano ashes are not my fault

Y sí, ya estoy instalada. No sólo en Hobart, Australia, sino que en el mundo de los blogger... como si fuera 2003. Facebook jamás, eso sí que no! Para qué sucumbir a la fuerza gravitacional de Mark Zuckerberg cuando puedo flotar libremente de párrafo en párrafo relatando mis aventuras tasmanas? No hay duda de que así satisfaré sus curiosas necesidades y el feroz apetito que cualquiera tenga para dar forma en la imaginación a estos rincones del planeta.

Llevo un mes y tres días viviendo en este maravilloso país. Hoy el viento ruge. Mi casa -en la ladera de uno de los cerritos de la isla de Tasmania- es testigo de las reverencias que hacen los eucaliptos cuando la helada onda baja por el cajón.

Es domingo y con el viento y la intermitente lluvia no tengo ganas de salir. De todas formas no habría mucho que hacer, porque en Hobart (de unos 200.000 habitantes) los domingos casi todo está cerrado, incluido las "chemist" o farmacias. Nadie es hipocondriaco como en Chile, si la gente se enferma, se cuida... pero no creen en la necesidad de tener farmacias funcionando 24 por 7. Lo único que está abierto es el centro comercial (de un tamaño tipo Apumanque), que de todas formas cierra a las 5:00.

La gente acá es tan amable! Desde el trato coloquial en la calle hasta el servicio al cliente, el concepto es totalmente distinto. Si detienes a alguien para pedirle una dirección, se desvivirá tratando de explicarte dónde es y de asegurarse que llegues sano a destino. Y cuando entras a una tienda la gente EN REALIDAD te atiende, en vez de quedarse mirando la teleserie en la minitele al lado de la caja.

No. Chile no es una isla, ni está en el Caribe. Está bordeando Los Andes... Los Andes es una inmensa cadena montañosa. Eso tuve que explicarle el otro día a un amigo de mi jefe. La mayoría de la gente no sabe mucho de Chile, tienen la noción de que está en Latinoamérica... en alguna parte. Por eso todos me preguntan si extraño el clima cálido. Los más letrados sabrán de Pinochet... pero nada más. Excepto por una cosa: en ese lejano país está el volcán del que provienen las cenizas que están cubriendo los cielos del sur de Australia (leáse Canberra, Sydney, Queensland y Tasmania) impidiendo a la gente viajar en avión.

Así que cuando conozco a alguien y se entera que soy de Chile, luego de hacer el cálculo en la cabeza y tratar de ubicarlo en el mapa, replica en tono de broma: "you brought the volcano ashes with you?". La primera vez que oi la curiosa frasecita me pareció original, pero is not funny anymore.

Y la verdad yo no he visto ni una sola ceniza en el cielo. En Hobart el cielo siempre es azul y limpio, excepto claro cuando llueve. Desde mi ventana en este momento veo al fondo el enorme estuario (hoy sin botecitos), las copas ondeantes de los eucaliptos y algunos pájaros -que nunca he visto en Chile- tratando de volver a sus nidos en contra del viento.

Me recuerdo que tengo que poner más perritos en la ropa limpia para que no se vuele!

Pronto les escribo más. Ni saben lo complejo que es hacer acentos y eñes en este teclado anloparlante.


Esta foto no es de mi casa. Sino de un día que subimos la montaña y la nieve nos pilló de sorpresa. Lo que se ve al fondo es la ciudad de Hobart. Allá abajo vivo yo.

Blog inaugurado!